Gran Canaria está llena de rincones que hacen las delicias de isleños y turistas. Y, aunque la belleza y autenticidad de los pueblos de la Isla nos recuerda lo afortunados que somos, los caseríos son otras de las joyas que exhiben la esencia canaria en espacios muy reducidos. Sin más dilación, te hablamos de los que deberías anotarte para visitarlos más pronto que tarde.
Fataga
A medio camino entre pueblo y caserío, Fataga es un must para todo el que visita el sur de Gran Canaria. Sus casitas blancas, fantásticamente conservadas, reflejan la pureza de la arquitectura tradicional canaria y su ubicación salvaje, en un valle flanqueado por vertiginosos riscos y peñascos, hace que las fotos panorámicas luzcan impresionantes. Es hora de perderte entre sus callejuelas empedradas.
Temisas
El de Temisas es otro de los caseríos de Gran Canaria que te recomendamos visitar por su valioso patrimonio histórico. Localizado al sudeste de la Isla, la arquitectura canaria y muros de mampostería blanqueados con yeso o cal se erigen como protagonistas. Se trata de un lugar perfecto para descubrir si vas también a Agüimes, pues ambas localidades se encuentran muy cerca. Aquí no debes perderte sus olivares, pues son muy poco habituales en Canarias. De hecho, este caserío cuenta con un gran tesoro: molinos de aceituna datados en el siglo XVI. ¡No se te ocurra marcharte sin probar su aceite de oliva virgen extra!
Ayagaures
En mitad de un valle árido protegido por escarpadas montañas podemos encontrar el precioso caserío de Ayagaures, situado también en el sur de Gran Canaria. Su nombre indígena significa ‘entre dos montañas’ y sus pequeñas casas se han levantado con piedras autóctonas de la zona. Aunque el sitio no brilla por su vegetación, nos toparemos con muchas especies canarias y, lo más importante, con una de las presas más relevantes de la Isla.
El Carrizal de Tejeda
Del sur nos vamos a la cumbre, pues el Carrizal de Tejeda se encuentra en el centro de la Isla. Lugar de paso de senderistas, este es otro de los caseríos de Gran Canaria con mayor encanto y debe su nombre a la abundancia de caña común (o carrizos). Aquí destaca la ermita de San José y llegar a él desde la carretera de las presas permite disfrutar de estampas panorámicas de vértigo.