Octavio del Toro rinde homenaje a la enigmática figura de la harimaguada aborigen en la exposición que inaugura en la sala de exposiciones La Caldereta, en el municipio de San Mateo.
La citada exposición, que podrá contemplarse en el mencionado espacio cultural hasta el día 27 de marzo, forma parte del Circuito Itineraria que impulsa el la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario a través de su Centro de Artes Plásticas, en estrecha colaboración con los municipios de la isla.
La exposición Harimaguadas, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de San Mateo, permanecerá abierta con entrada gratuita de martes a viernes, de 9:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 19:30 horas, así como los sábados, de 9:00 a 14:00 horas. Dicha exposición recorrerá con posterioridad otros municipios de la isla.
Las contundentes figuras de Octavio del Toro ocupan con sus volúmenes todo el espacio disponible en la arpillera que utiliza como base para las obras que conforman esta muestra.
Harimaguada o maguada era el nombre con el que se denominaba a una serie de mujeres dedicadas, entre otras cosas, a ciertos rituales y al culto entre los antiguos canarios. Eran intermediadoras entre lo terrenal y lo divino, siendo unas figuras muy respetadas por la sociedad de aquel momento.
La interpretación que el pintor grancanario lleva a cabo de estas mujeres sacerdotisas en forma de figuras, ídolos y estatuillas se caracteriza por la recreación de sus rutinas. En las imágenes del artista las harimaguadas realizan sus rituales, sus ceremonias de verter leche, manteca, en cazoletas, entre riscos, en medio de un paisaje no por más o menos inventado, sí reconocible, de montañas, roques, dragos, palmeras y tabaibas.
El indigenismo de Antonio Padrón es uno de los principales referentes para Octavio del Toro que, iniciado primero en la escultura, desarrolla su actividad artística de forma paralela a su labor como docente en la emblemática Escuela Luján Pérez, cuna de la formación de las mejores generaciones de artistas que ha dado la isla.