Moldeado por el barranco de la Virgen y el de Madrelagua, el municipio grancanario de Valleseco esconde un encanto que le convierte en el lugar perfecto para tu próximo paseo. Este pueblo, con frecuencia arropado por un mar de nubes debido a su altitud, presume de un paisaje verde que alcanza su esplendor en invierno y primavera. Aquí te esperan una serie de actividades que son imprescindibles.
Área Recreativa de La Laguna
El Área Recreativa de La Laguna será una válvula de escape de tus preocupaciones. En esta gran zona verde podrás avistar numerosas especies de aves bebiendo de una gran laguna, además de una amplia variedad de árboles que a su vez forman parte del Parque Rural de Doramas. A su vez, dispone de merenderos y fogones que tienes la oportunidad de usar pagando solo 1,50 euros por persona.
Museo Etnográfico de Valleseco
El Museo Etnográfico-Centro de Interpretación de Valleseco, situado en el casco del pueblo, te permitirá adentrarte en la cultura del gofio que impera en las Islas a través de sus tres salas de exposición. Su entrada es gratuita.
Mercado ecológico de Valleseco
La sidra es el producto por excelencia del municipio y podremos probarla en todo su esplendor si nos pasamos por su mercado ecológico. De hecho, aquí se encuentra el Gastrobar Sidrería Niebla, perfecto para disfrutar de las diferentes variedades de sidra que produce la Bodega FRP acompañadas de un bocado dulce.
Iglesia de San Vicente Ferrer
No podemos marcharnos de Valleseco sin visitar su templo católico. La Iglesia de San Vicente Ferrer es uno de los edificios más antiguos del municipio, pues su construcción data de 1898. Contiene imágenes de gran valor histórico y artístico que provienen de la ermita que precedió a esta iglesia, además de un relicario que alberga un trozo de hueso del brazo del santo al que debe su nombre. Asimismo, su gran protagonista es un órgano del siglo XVIII, procedente de la Basílica de Nuestra Señora del Pino.